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CANCER 22 de Junio al 22 de Julio Regente: La Luna Elemento: Agua Piedras: Perla y esmeralda, que activan la energía en el trabajo y son valiosas para conseguir una buena actuación en amor. Colores: Verde marino y metalizado, para triunfar en el matrimonio y para alcanzar prestigio social y simpatías válidas. Números: 5, 20 y 40 (que procuran fuerza, ambición y sexo) Anatómicamente Cáncer está asociado a los pechos, al estómago, al vientre y los lóbulos superiores del hígado. Características generales El Cáncer es temperamental, cíclico, amante de los secretos, circunspecto, enigmático y reservado. Las mujeres son problemáticas, astutas y fantasiosas en el amor, del que huyen aunque lo deseen ardientemente. Reciben los golpes como si no hubiera pasado nada y se ven sometidas a indecisiones a causa de su ironía. Los hombres son más perseverantes y, en ciertos casos, excesivamente puntillosos. Saben vivir relaciones afectivas armoniosas y se comportan de un modo protector. Se dedican a numerosas ocupaciones y poseen el arte de adaptarse. El planeta regente es la Luna, que ha estado desde siempre simbólicamente ligada a la naturaleza y a todo aquello que pertenece al seno materno. Cáncer es, por esto, el signo asociado a la gestación, a la madre, al agua original, a la leche materna, al útero y en consecuencia a la casa, al hogar como refugio, como lugar protector. Corresponde a la cuarta casa del Zodiaco, que representa los orígenes, las relaciones con la madre, el calor del hogar, la patria. El domicilio de la Luna y la exaltación de Júpiter, hacen del nacido en este signo un receptivo, pasivo y sensible. Ligado a la madre y a la familia de origen se siente siempre atado a la infancia, al pasado, a los recuerdos. Con esfuerzo (y no siempre) es capaz de cortar el cordón umbilical y vivir de forma autónoma su propia vida. El carácter tiende a ser melancólico, introvertido, con miedo al futuro, que es vivido siempre como lo desconocido angustioso. Por esto el Cáncer prefiere la seguridad del pasado y se aferra a la tradición y a la familia. La falta de agresividad (caída de Marte) le hace poco inclinado a tomar iniciativas y a dejarse arrastrar por la acción. El mundo de la realidad le atemoriza y ama refugiarse en el ensueño y en la fantasía. No posee el espíritu temerario de Aries ni la alegre inconsciencia de Géminis, pero suple estas faltas con una profunda intuición v una afinada sensibilidad, que le permite igualmente alcanzar sus metas. Condicionado por la Luna y su elemento, el agua, Cáncer se caracteriza por su humor inestable, inquieto, y por una continua alternancia de momentos de introversión y de entusiasmo. Susceptible y muy vulnerable, si es herido en su sensibilidad se cierra inmediatamente en su concha. El cangrejo cubierto por su resistente caparazón y siempre alerta para huir ante el peligro expresa perfectamente el carácter del signo. El complejo materno constituye la trama de la psique de este tipo; da la impresión de permanecer en la infancia, de vivir en su concha, de refugiarse en su pasado. De esta forma se encuentra inclinado a identificarse con su madre, a apegarse a su familia, a su infancia, a los recuerdos, prefiriendo lo de adentro a lo de afuera, lo interior a lo exterior, lo íntimo a lo social. Es un soñador, un sentimental, un sensible, un imaginativo, inclinado a lo esquizoide, al autismo, a la sumisión pasiva y femenina, en primer lugar a la madre y después al mundo. Es, al mismo tiempo, un introvertido un Narciso, contemplativo, lírico, imbuido del sentimiento de su persona, soñando su vida o viviendo su sueño. Es, también, un elegíaco, un romántico que ama lo maravilloso, lo fantástico, los cuentos de hadas. El hombre Cáncer tiene una compleja vida afectiva: aferrado a la madre, ésta le arrastra hasta el punto de complicar de forma a menudo dramática toda relación con el otro sexo. La componente lunar le hace necesitar la paz doméstica. La madre significa para él la dulzura de la infancia, la seguridad del claustro materno, mientras que otra mujer representa lo desconócido, y por esto mismo el peligro. Inestabilidad, temor y angustia caracterizan su vida sentimental; incluso si toma conciencia y se rebela contra la figura materna, quedará siempre en la base de cada relación una cierta conflictividad y competitividad hacia la compañera, ya que el hombre Cáncer desea una eterna repetición de la relación con la madre protectora, que acepta todo sin pedir nada a cambio. Se presentan dos tipos distintos de tendencia en su destino: Uno dominado por el humor sedentario e inclinado a una vida estable, siendo el individuo un alma simple, de naturaleza buenaza, tranquila, familiar, casera, sin pasiones aparentes. Ser hecho para la vida interior, moviéndose poco y con tendencia a la fijación, se encuentra tanto apegado a su familia, a su casa, a su país, a sus cuatro muros como a las realidades materiales. El otro es un ser de humor peregrino y vida inestable; es una naturaleza errante, sobreexcitada, desapegada de la realidad prosaica, desprovista de sentido práctico, al margen de las normas. Ser extraño, caprichoso, extravagante, complicado, cautivador, llama efímera, entregado a la vida bohemia o a la licenciosa, sin hogar, domicilio ni medio fijo, sin familia, entre ángel y demonio... La mujer del signo. Para ella las cosas son muy distintas. Si acepta el papel que la sociedad le impone, madre y esposa, podrá expresar su agudo sentido materno y su amor por la familia. Si por el contrario se rebela contra el papel tradicional e intenta seguir otras vías, su inconsciente vocación -reprimida- la hace correr el riesgo de experimentar trastornos neuróticos. Tanto el hombre como la mujer tienden a crear, incluso en el lugar de trabajo, un clima familiar en el que desempeñan el papel protector de «la gran madre». |
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